Llegó un momento en que me reconocí como receptora, podía conectar de una forma que en aquel
entonces interpreté como comunicación telepática. Los problemas empezaron cuando me di cuenta
de que no podía controlar las frecuencias con las cuales sintonizaba. Lo que unas veces eran mensajes de
extrema sutileza y espiritualidad, otras eran desconcertantes y me llenaban de confusión. Hasta el punto
que empecé a sentirme muy cansada y enfermé. Perdí mucho peso y me diagnosticaron anemia por
falta de vitamina B12.
Cogí mucho miedo, rompí todos los escritos y no quise saber nada más del asunto. En aquella
época no encontré a nadie que pudiera ayudarme y temí que pensaran que había perdido
la razón. Durante años solamente recibí mensajes en momentos puntuales y situaciones
difíciles en mi vida que fueron de gran ayuda.
Treinta años más tarde, después de recibir la Reconexión personal, se abrió de
nuevo el canal. Esta vez los mensajes tenían una vibración especial, me llenaban de paz y me daban
tranquilidad, empecé a transcribirlos desde el teclado de mi ordenador. Pedí consentimiento a mis
guías para publicarlos y me dieron luz verde. Con mi pareja Jot, empezamos a publicarlos en nuestro bloc.
Más adelante empezamos a gravarlos y a emitirlos a través de la emisora
Radio al otro lado del espejo,
bajo el título, "Abriendo Camino. Canalizaciones desde el corazón". El contenido de los mensajes,
como a nosotros, sirve de guía a muchas otras personas, ayudando a entender los tiempos de cambio que
estamos viviendo.
La información llega de mi yo superior al que llamo Ayma, y de los planos angélicos a través
del Arcángel Ariel.
Recibí la autorización de mis guías para ayudar, en su nombre y en el mío a aquellas
personas que pidieran consejo o tuvieran necesidad de ayuda. A partir de aquel momento recibo consultas privadas
de todo tipo y me siento muy feliz de poder hacerlo.
Con todo mi amor
Anna